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¿Qué hacer con el bajo aprovechamiento escolar?

¿Qué hacer con el bajo aprovechamiento escolar?

Los bajos resultados en las evaluaciones estandarizadas llevadas a cabo por las autoridades educativas, no cuentan con mucha credibilidad debido al escaso interés de los estudiantes para responder los exámenes, ya que no está de por medio la reprobación del año escolar.

Sin embargo, los docentes de los niveles siguientes constatan, muy a su pesar, que el nivel de aprendizaje de los alumnos no corresponde al esperado de acuerdo con los planes y programas de estudio cursados.

Es entonces cuando comprenden que las evaluaciones de las pruebas como Planea, no están lejos de reflejar la realidad de que más de la mitad de los alumnos obtienen resultados que equivalen a dos años o menos del grado qué están cursando 

Para los investigadores educativos es un reto identificar cuáles son exactamente las condiciones que explican el bajo aprovechamiento escolar.

Aunque se reconoce que el contexto sociocultural tiene un peso importante, también identifican variables que se relacionan con la calidad de la oferta educativa.  

Se han identificado, por ejemplo, variables relacionadas con la gestión escolar, sin embargo, para pedagogos como Richard Elmore, el problema se encuentra en el núcleo pedagógico; es decir en lo que ocurre entre el contenido, el docente y el alumno.

Para Elmore, “la tarea educativa es el trabajo efectivo que se le pide a los alumnos que realicen en el proceso de aprendizaje: no lo que los profesores piensan que le están pidiendo a los alumnos que hagan, o lo que el currículo oficial dice que deben hacer, sino lo que están efectivamente haciendo”

Las investigaciones actuales constatan que algunas prácticas pedagógicas aportan muy poco para la consolidación de aprendizajes significativos. Una de ellas es copiar información de un texto, del libro o del pizarrón considerando que este ejercicio fortalecerá la información en la memoria a largo plazo.

Sin embargo, es sabido que el modo a través del cual se crean los esquemas de conocimiento es cuando el alumno “actúa” y piensa sobre la nueva información. Como dice Richard Elmore “La tarea predice el desempeño”.

La clase de actividades que realiza el alumno con el contenido determina el nivel de consolidación en los esquemas de conocimiento que se integrarán a la memoria a largo plazo.

“Construir el conocimiento” es más que actuar sobre la realidad, es pensar acerca de esa realidad. No solo es que el alumno elabore mapas conceptuales o mentales, incluso resúmenes, sino cual es el nivel de reflexión que está realizando acerca del conocimiento mientras participa en esas actividades.

Se ha encontrado que relacionar la nueva información con el conocimiento previo, compartir lo aprendido con un compañero y encontrar nuevas maneras de aplicar ese conocimiento, tienen un efecto favorable en la consolidación de la información.

Jamie Clark, describe un procedimiento muy eficaz de tres pasos para favorecer el aprendizaje a largo plazo: Pensar, dialogar y compartir.

Pensar: Cada estudiante piensa sobre el contenido individualmente y se le solicita que tome notas. Esta etapa ayuda a activar los conocimientos previos.

Dialogar: Los estudiantes se integran en parejas para intercambiar y discutir sus ideas. Los estudiantes deben escuchar atentamente y hacerse preguntas específicas y matizadas.

Compartir: Los estudiantes comparten su aprendizaje con toda la clase. Deben explicar los puntos principales y como esto se relaciona con su realidad inmediata.


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 Bibliografía

Elmore, R.  P (2010). Principios del núcleo pedagógico

 

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